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Por el olor de tus suaves ungüentos,

(Ungüento derramado es tu nombre,)

Por eso las doncellas te amaron.

Llévame en pos de ti, correremos.

Metióme el rey en sus cámaras:

Nos gozaremos y alegraremos en ti;

Acordarémonos de tus amores más que del vino:

Los rectos te aman.

Morena soy, oh hijas de Jerusalem,

Mas codiciable;

Como las cabañas de Cedar,

Como las tiendas de Salomón.

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